Una historia de obsesión, dolor y sufrimiento, donde un misterioso cubo será la llave para abrir las puertas de una dimensión aterradora.
Dirigida por Clive Barker y basada en su propia novela «The Hellbound Heart», Hellraiser se estrenó en el año 1987. La película a nivel económico fue un éxito, solamente se invirtió 1 millón de dólares, pero la recaudación fue de 14 millones.
Ponga un cenobita en su vida
Hellraiser es una película bien conocida entre los amantes del cine de terror, pero si aún no la has visto, es una de esas obras imprescindibles que merece la pena ver al menos una vez. Tanto por su estética como por su historia, en el momento de su estreno no había nada parecido.

Al principio puede parecer que estás viendo algo ya visto muchas veces: una familia que se muda a una casa donde hay una presencia extraña y comienzan a suceder muertes. Sin embargo, a medida que avanza la película y vas descubriendo más sobre la historia de Frank (esa presencia inquietante) y el cubo, la trama se vuelve mucho más interesante y original.
La aparición de los cenobitas en la parte final es, sin duda, el momento más impactante de la película. Tanto por su estética como por lo que representan, se convierten en lo más memorable de la historia. Son, sin duda, los mejores personajes, y vale completamente la pena esperar hasta el final para verlos en escena.

Después de esta primera película, se han realizado muchas secuelas, algunas de muy baja calidad. Si tienes curiosidad puedes verlas, pero te advierto que algunas están muy por debajo del nivel que esta gran historia merece.
En mi opinión sólo la segunda parte mantiene el nivel de la primera, y quizás la tercera parte pero muy por debajo ya. A partir de ahí, la bajada en la calidad tanto en la historia como en los efectos es considerable.