A estas alturas poco hay que decir sobre Star Wars que ya nadie sepa. Pero allá por el 1977 cuando George Lucas estrenó ‘Star Wars: Una nueva esperanza’, tenía preparado un plan B ( una secuela alternativa ) por si su película no se convertía en el éxito que el esperaba y tenía que cerrar la saga con una película de bajo presupuesto.
Esta secuela se titulaba: Splinter of the Mind’s Eye ( el ojo de la mente ) y estaba basada en una novela escrita por Alan Dean Foster. Esta secuela alternativa continuaba la historia pero prescindiendo de Han Solo y Chewbacca y también de buena parte de los costosos efectos especiales que habíamos visto en la primera parte, entre otras cosas al eliminar las batallas entre naves.
El argumento de esta secuela iba a ser el siguiente:
En «El ojo de la mente» Luke Skywalker, que continúa al servicio de la Alianza Rebelde, debe acompañar a la princesa Leia a una importante reunión diplomática en el cuarto planeta de la estrella Circarpo Mayor. Sin embargo una tempestad de energía les obliga a aterrizar en el inexplorado planeta Mimban. Allí conocerán a la hechicera Halla, poseedora de un fragmento del Cristal de Kaibur, un talismán legendario al que se le atribuyen poderes extraordinarios. Juntos, lucharán por conseguir reunir los fragmentos del cristal y acabar con las minas de energía que las fuerzas imperiales han instalado en el planeta.
Pero como ya todos sabemos, Star Wars: Una nueva esperanza, fue todo un éxito de taquilla y un fenómeno a nivel mundial. Con lo que finalmente esta secuela alternativa nunca se llegó a filmar y pasó a formar parte de una larga lista de proyectos que nunca vieron la luz. Si bien posteriormente en 1978 fue publicada la novela, dando el pistoletazo de salida a lo que más adelante se conocería como el universo expandido de Star Wars.